jueves, 23 de agosto de 2007

Carta publicada en El Mercurio el 12 de agosto de 2007

Señor
Director
Diario El Mercurio
PRESENTE

Señor Director
A raíz de la carta del diputado Gabriel Ascencio, publicada el diario de su digna dirección, es conveniente señalar que el problema de la educación en Chile es demasiado importante como para circunscribirlo a disputas entre derechas e izquierdas.
Vamos el fondo de la controversia:
1° “El lucro”. Detrás de está medida está la necesidad de contar con el máximo de recursos posibles para la educación, tanto económicos como de gestión. Todos sabemos que a la educación le faltan medios para lograr la calidad que todos deseamos, y el estímulo comercial es un incentivo legítimo para aumentar los recursos destinados a estos fines.
No es menos importante señalar que, sí se permite que las empresas comerciales actúen en este ámbito, aumenta también la variedad de las ofertas educativas, variedad que es tan propia en los regímenes democráticos desarrollados.
2° “Seleccionar”. Obviamente, sí existen mas postulantes que vacantes en un colegio, va a ser necesario seleccionar, por lo que la pregunta que corresponde es “¿Cómo seleccionar”. El diputado postula que sea el azar o la suerte.
Sin embargo esta medida tiene consecuencias que no se toman debidamente en cuenta. Me refiero a la posibilidad de ofrecer proyectos educativos específicos. Las preguntas que hay que hacerse son: ¿Es legítimo que un colegio se especialice en entregar una educación de excelencia, tal como lo hace el Instituto Nacional?. ¿Por qué no va estar permitido que el proyecto educativo de un colegio este centrado en el deporte de elit o en alguna disciplina artística particular?. ¿Peor qué, por ejemplo, no podemos permitir que Colo Colo tenga un establecimiento educacional para apoyar su escuela de fútbol?. Y la pregunta final es: ¿Es correcto que la elección de un proyecto educativo específico esté permitido solo a las personas que pueden pagar colegios particulares?.
3° “La libertad de enseñanza”. Creo que este punto es central. Lo que hay que definir de una vez por todas es quién es el primer responsable de la educación de nuestros jóvenes, el estado o las familias. Esta discusión la dejo abierta planteando solo una pregunta ¿Qué relación hay entre la libertad educativa y el régimen democrático?.

martes, 7 de agosto de 2007

EL LUCRO EN LA EDUCACIÓN CHILENA

Pongamos en la balanza los pros y los contra


Creo conveniente analizar este tema sin la carga ideológica que ha caracterizado a la discusión en el ámbito político y ver cuales son los pro y contra que una medida de este tipo tendrá en el ámbito educativo chileno, tomando como referencia la realidad actual de la educación.
Los argumentos mas relevantes de aquellos que quieren prohibir el lucro en la educación son:
En primer lugar, sostienen la necesidad de que el total del monto que el estado aporta para la educación (la subvención por alumno) se destine a esos fines específicos y no a financiar la rentabilidad del capital invertido. Es una realidad que esta cantidad, que supera levemente los $30.000 mensuales por alumno, es muy baja. Si se destina parte de ella a cubrir la rentabilidad que toda empresa comercial exige al capital invertido, significa una merma en la calidad de la educación que recibe el alumno.
Es necesario señalar que desconozco si hay estudios que indiquen qué porcentaje del subsidio escolar es destinado a la rentabilidad del capital en aquellas empresas comerciales, Yo estimo que ese porcentaje debe situarse alrededor del 5%, descontado el costo financiero de los activos (que toda empresa debe pagar, sea comercial o no).
Existe una segunda razón, quizás menos importante, pero que vale la pena nombrarla: el estado necesitaría ejercer mayor control sobre los colegios, cuyo sostenedores sean empresas privadas con fines de lucro, con el fin de evitar malversaciones y uso indebido de los dineros. Implementar este control tiene un costo que se evitaría, o por lo menos disminuiría sustancialmente, si se prohibiera que empresas con fines comerciales trabajaran en el sector educación.
Ambos argumentos son, a mi juicio, perfectamente validos. Es verdad que se destina un porcentaje de la subvención para financiar el derecho de los dueños del capital a una rentabilidad. También es verdad que el estado debería dedicar mas recursos al control, ya que el numero y variedad de establecimientos educacionales es grande, lo que dificulta el control.
No voy a analizar la dimensión "ética" que está detrás de la idea de "no lucrar con la educación" porque es un tema ideológico y nos saldríamos del marco que me impuse en este articulo. Quizás lo analice en otra ovación.

En el otro lado de la balanza tenemos los costos o problemas que una medida de este tipo trae al sistema educacional.

Veamos:
Al prohibir el lucro, en las instituciones educativas, se restarán importantes recursos a esa labor. Cuando hablo de recursos, no solo me refiero a capitales, de por sí importantes, si no que también a capacidad de gestión. Toda inversión privada va acompañada de una capacidad para “hacer las cosas bien” tan propias del sistema.
La pregunta es ¿Es licito restarle capacidad de gestión a la educación chilena? Sobre todo en el momento en que más se necesita.
Hay consenso en el mundo de la educación, que en Chile se ha llegado a tener una cobertura razonable, en cuanto a cantidad de educandos y en cuanto al tiempo que ellos pasan en la escuela, por lo que el esfuerzo debe concentrarse especialmente en la calidad.
En otras palabras, al restar capacidad de gestión se resta calidad de educación.
En segundo lugar, tenemos el problema de la diversidad. Al decir diversidad, me refiero a las filosofías implícitas en los proyectos educativos. Tal como ha dicho don Carlos Peña que, no por ser algo sarcástico, es menos cierto. “No podemos quedarnos con una oferta educacional solo del estado o de los curas”. Si queremos una educación mas rica, en cuanto a diversidad, esta medida apunta en la dirección contraria.
De aprobarse este proyecto será muy difícil que surjan ofertas educativas mas variadas o diferentes a las ofrecidas por el estado o por instituciones religiosas.
Un tercer punto que se relaciona con el anterior, y que me parece relevante, es la posibilidad que existan escuelas con fines específicos.
Me explico: Al existir solo escuelas sin fines de lucro, se verán coartadas las posibilidades que surjan escuelas relacionadas con el deporte, con alguna disciplina artística particular, o relacionadas con algún idioma o cultura especifica, o con una forma educativa particular, como por ejemplo el método Montessori.
En el futuro sería bueno que los mas importantes clubes deportivos tengan sus propios establecimientos educacionales, que les permita a sus alumnos desarrollarse, tanto en la disciplina propia del club como en todo el qué hacer educacional general. Por ejemplo ¿No creen que sería interesante que el Colo Colo tuviera su propio colegio?. Esto es valido también para disciplinas artísticas con un énfasis en la música, que permita incentivar a tanto muchacho talentoso que hoy en día tiene muy pocas oportunidades. Esto también es valido con proyectos educativos para el conocimiento de un idioma extranjero. ¿Porqué no puede haber una escuela en que sea prioritario el estudio del alemán o del francés? ¿Porqué aquello solo se puede hacer en colegios particulares pagados?. Si queremos equidad verdadera debemos dar la oportunidad a todos nuestros niños a acceder a la diversidad educativa y a una cierta especialización que en algunos casos debe comenzar desde niños.
No voy a analizar la idea de "libertad" que está detrás de la idea contraria a restringir la oferta educacional al estado y a las empresas sin fines de lucro, porque se sale del marco de este articulo.

Conclusión:
Usted, querido lector, tendrá que aquilatar el peso de cada argumento y decidir, de acuerdo a su recta razón, cuál es el sistema que es mas conveniente para normar la educación en Chile. He querido explicar los argumentos despojándolos de la propia carga ideológica que una discusión de este tipo conlleva. No he pretendido agotar los argumento, sin embargo creo haber expuesto lo mas relevantes.
Yo opto por el argumento de permitir que el máximo de instituciones, con lucro o sin lucro, puedan entregar educación a nuestros muchachos. Hay que reunir el máximo de recursos con el fin de mejorar la educación, creo que esto es prioritario. Limitar el lucro, si bien tiene beneficio, tiene mayores inconvenientes y problemas.
Bajo mi punto de vista, la balanza se inclina en contra de la idea de limitar la oferta educacional en Chile.